El parque Avellaneda fue el escenario de una propuesta aterradora.
EFECTOS ESPECIALES. Algunos visitantes más comprometidos con la causa se la jugaron con detalles hechos en látex, papel o pinturas hiperrealistas. LA GACETA/FOTOS DE DIEGO ARÁOZ
Ayer se celebró una nueva edición de Zombie Walk Tucumán. El evento, organizado y difundido a través de las redes sociales, convirtió al parque Avellaneda en una guarida de muertos vivientes. Al atardecer, más de 50 personas (de diferentes edades) marcharon por las calles aledañas al espacio verde para recrear una invasión zombi igual a las que se muestra en las películas de ciencia ficción.
Una amena tarde llena de sangre, carne putrefacta, gritos de horror y muchas selfies para atesorar el momento.
Hubo participantes que tardaron hasta ocho horas en maquillarse y vestirse para estar a tono con la catástrofe
AMPLIA CONVOCATORIA. Los pequeños aprovecharon para simular sus propias batallas o representar a sus personajes favoritos.
TRAS BASTIDORES. Hubo stands para maquillarse en el momento.
INSPIRACIÓN. “Monjas” y exorcistas también marcaron “tendencia”.
EFECTOS ESPECIALES. Algunos visitantes más comprometidos con la causa se la jugaron con detalles hechos en látex, papel o pinturas hiperrealistas.
REINTERPRETACIÓN. Una nueva versión de Marshmallow (Fortnite).
ZOMBI NAVIDEÑO. Prefiere el pan dulce antes que los feos cerebros.
INVITADOS. A los zombis se les sumaron otras criaturas terroríficas.